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Los leotardos Snag están diseñados para durar lavado tras lavado, pero si quieres mantener tus pares en las mejores condiciones posibles para que sigan luciendo como nuevos cada vez, puedes ayudarles cuidándolos adecuadamente.
Los leotardos pueden ser una de las prendas más utilizadas de tu armario, y saber cómo lavarlos es muy importante para mantenerlos en buen estado.
Oficialmente, la mejor forma de lavar los leotardos es a mano. Aunque los leotardos Snag están hechos para ser robustos y resistentes, por su propio diseño son finos y pueden ser más delicados dependiendo del denier. Lavar los leotardos a mano les proporciona un cuidado extra y evita que se enganchen en la lavadora.
Primer paso: Llena un recipiente con agua tibia -evita utilizar agua caliente, ya que puede dañar la elasticidad y afectar a la forma de las mallas- y añade un detergente o jabón suave.
Segundo paso: Dale la vuelta a tus medias (sobre todo si tienen un diseño con purpurina) y sumérgelas en el agua, frotando suavemente con las manos sobre cualquier mancha o marca, además de centrarte en zonas como los pies y la entrepierna, donde es más probable que acechen las bacterias. También puedes dejarlos en remojo.
Tercer paso: Aclara las mallas con agua fría, repitiendo el proceso hasta que no queden restos de jabón.
Aunque la norma oficial es lavarlos siempre a mano, también se pueden lavar a máquina, siempre que se tomen las medidas adecuadas para evitar que se enganchen o se estropeen durante el lavado.
Primer paso: Mete siempre las mallas en una bolsa de aseo o similar (una funda de almohada funciona muy bien) para protegerlas de que se enganchen dentro del tambor, así como de que se enreden con el resto de la ropa y se deformen.
Segundo paso: Mételos en la lavadora con detergente suave y asegúrate de seleccionar un lavado frío; si tu lavadora tiene un ajuste delicado, podría ser perfecto.
Una vez que las medias estén limpias, tienes que secarlas con cuidado de no estropearlas.
No metas nunca los pantys en la secadora ni los expongas al calor. Desgraciadamente, esto degradaría su elasticidad, lo que no queremos en absoluto. Lo mejor es enrollar los pantys recién lavados en una toalla para eliminar el exceso de humedad (¡¡¡no los retuerzas!!!) y, a continuación, colgarlos para que se sequen al aire o darles forma y dejarlos planos hasta que estén completamente secos.
Una vez secas, enrolla o dobla las mallas y guárdalas en un cajón para mantenerlas sanas y salvas hasta la próxima vez que te las pongas.
Consejos para el cuidado de las medias:
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